Por que el Príncipe Azul existe…

Cansadas de ver cómo nuestro género debe soportar los absurdos machismos de la sociedad, las autoras de este blog, en un esfuerzo de producción unimos experiencias y opiniones con el sólo propósito de ayudarlos a entender "cómo deberían ser las cosas". Y después dicen que somos unas brujas!
Nosotras sabemos que el Príncipe Azul existe…sólo que destiñe al primer lavado…bueno señores tomen este espacio como una guía práctica para dejar de ser lo que a veces solemos llamar “mi peor es nada”.

viernes, 20 de abril de 2012

Cita de pascuas.

Estoy sola hace tiempo, MUCHO tiempo, y creo que va siendo momento de conocer a alguien que me enamore nuevamente. Fui a Córdoba a festejar las pascuas, y mi prima, tuvo la idea de presentarme a un compañero de trabajo: Ramón*, me dijo que era un chico lindo, con una sonrisa hermosa, inteligente... alguien que podría enamorarme, pero también me comentó que era judío, pero que no profesaba. Este dato no me interesaba, por mi puede ser satanista, que si es buena persona, la religión es lo de menos, es más, yo soy de las que comen un rico bife de chorizo en viernes santo.
El miércoles previo al fin de semana, nos conocimos en la casa de mi prima, y nos llevamos bien inmediatamente. Tuvimos una charla animada, interesante, y su sonrisa me hipnotizaba cada vez mas. Se hizo tarde, y me llevó a casa. Llegamos a destino, me desabroché el cinturón, y cuando me estaba por bajar de su auto, se me abalanzó y me besó. Hacía rato que no me besaban tan apasionadamente, podría decir que quedé a una temperatura apenas inferior al volcán Etna. Soy una chica seria, así que le dije que tenía que irme... y me hizo prometerle que iríamos a pasar un día de campo el viernes.
Llegó el viernes, me depilé, me calcé mi bikini de leopardo, y una remera con estrellas que marcan un camino descendente y mis shorts, y esperé que Ramón me pasara a buscar. Nuevamente sentí sus besos... la cosa no daba para más, la calentura iba en aumento, sus besos iban siguiendo el camino que marcaban las estrellas de mi remera, y cuando lo terminó de recorrer, la lujuria se apoderó de nosotros, y terminamos en la tierra prometida: su cama. Lo pasamos más que bien, y fueron las pascuas de resurrección de mi vida sexual.
El picnic quedó cancelado, y nos quedamos en su departamento, haciendo de todo en ese viernes ya no tan santo. Ramón me dijo que me quedara en la cama, y llevó una bandejita con gaseosa y unas cajas de galletas. Me miró y me dijo "es matza, tengo dulce y salado". Lo miré, probé y era una masa insulsa, le pregunté si le podía poner jamón y queso, y hacer una onda sandwich, y me dijo que no comía jamón, y que ese pan, era para respetar Pesaj, y que la pascua judía era una de las pocas festividades a las que él adhería. Yo no daba más del hambre, más después de haber hecho tanta gimnasia... Me quedé un rato más, ejercitamos otro poco, y me llevó a casa. Prometió que iba a llamarme en mi próxima visita a la docta.
Todo bien con las religiones, y como ya lo dije, no me interesa, pero la comida es fundamental para mi, así que veremos que pasará con Ramón, el que no come jamón.

*Ramón: nombre artístico utilizado para proteger al muchacho en cuestión.

viernes, 6 de abril de 2012

No te emociones tanto

Bailar Tango tiene ese nosequé que te da entre ternura y sensualidad. Hubiera preferido que este tipo elija la segunda, pero parece que le cabe la primera. También podría parafrasear "bailar pegados es bailar, igual que baila el mar con los delfines" pero estaría arrimando mi bochín a su forma de pensar. Por una vez en mi fucking life un tipo mayor que yo, se me acerca y me invita a bailar unas milongas, unos tanguelis.

Simpático, entrador, comprador y sobre todo con un muy rico perfume, me entrego a sus comandos. Para mi: tipo que baila bien, tipo que garcha de lo mejor. Es directamente proporcional, por eso tampoco salgo a bailar con cualquiera. Y yo bailo muy bien. Tras un buen rato de tangos, y con la noche que nos castigaba de calor, me invita a tomar algo. Salimos, nos sentamos en la vereda de un bar, drinks de por medio, se larga a lloviznar. 

El bar quedaba en una esquina y con el apuro de cruzar en pleno punto neurálgico de la joda, me agarra de la mano para camiar más rápido. Obviamente pensé ¡qué caballero! El tema es que seguimos caminando hasta la avenida más próxima que fueron como 7 cuadras. No me soltó en ningún momento, es más me daba besos en el cachete cuando esperábamos en las esquinas para continuar el camino.  Hasta me dijo "Las mujeres van del lado de la pared así van protegidas" y te imaginás que le contesté: "Quedate tranquilo que no tiran más aceite caliente". Lo mío obviamente fue chiste. Lo de él no. 

Flaco, el factor romanticismo no entra en juego a las 3 horas de conocerme, no conmigo. Esas cosas son de adolescentes, no para vos que ya te canta Arjona tus 4 décadas. No digo que esté mal, hay muchas mujeres que les encanta, pero es una intimidad que demuestra mucho, cuando vos en realidad no sabes que ronco como una hija de puta. 
Cuando un tipo conoce a la suegra se dice que ve como va a ser su mujer. Bueno, con este tipo de gestos ya me veía con bombacha de lata y Lo Jack insertado en mi culo. A veces menos es más.